¡Continuamos en Asamblea Permanente! ¡Continuamos en Bogotá! Ya se cumple una semana desde que fuimos a encontrarnos con el gobierno nacional, representado en su ministerio del interior, su ministerio defensa, ministerio de minas, ministerio de medio ambiente, y las entidades que bajo su dirección están encargadas de garantizar nuestra vida, de garantizar la salud del agua, de la tierra.
Hoy se cumplen 17 días desde el día en que decidimos caminar para contarle al país las afectaciones que sobre nuestras vidas y las vidas de nuestras hijas y nuestros hijos tiene la minería ilegal. Para nosotras, mujeres negras, mineras ancestrales, caucanas, los derechos fundamentales al medio ambiente sano, el derecho fundamental a la alimentación, el derecho fundamental a la salud, el fundamental al trabajo, el derecho fundamental a la educación, el derecho fundamental de vivir como mujeres negras en el marco de nuestra identidad cultural está siendo sistemáticamente violentado por las mismas instituciones que hacen parte del Estado Colombiano.
¿Cómo el Estado Colombiano viola estos derechos? Cuando deja de actuar para evitar la violación de nuestros derechos, y eso es lo que han estado haciendo sus gobiernos, los gobiernos del estado colombiano han estado firmando acuerdos con nosotras y nosotros, y piensan que por mujeres, que por negras, que por campesinas, no entendemos.
Cuando decidimos venir a la capital, nos venimos para preguntarle al gobierno nacional, porque esta incumpliendo los acuerdos que firmo allá en el Cauca, en Popayán el 13 de noviembre del año pasado, el del 7 de mayo de este año en Santander de Quilichao. ¿Sí están tomando acciones la Defensoría, la Procuraduría, la Personería cuando los funcionarios públicos, no cumplen con los acuerdos que firman? ¿Por qué señor gobierno, desacata las ordenes de la Corte Constitucional en sus Autos y sentencias como el 005 del 2009, el 092 de 2010, la Sentencia 1045ª del 2010? Son son estás ordenes con las que se obliga al Estado a cuidarnos, en ese sentido el incumplimiento de estas nos lleva a unas pregunta:
¿Acaso el Estado no quiere cuidarnos? ¿Este país solo nos ofrece sacarnos de la tierra a lavar calzones en las casas de la ciudad, a ver como nuestras hijas de pierden en la prostitución y nuestros hijos en la drogadicción? ¿El Estado no se fundó para de cuidar de todas y todos su ciudadanos?
Cuando estuvimos en la Giralda, la viceministra, el ministerio público, y otras entidades se la pasaron ahí, y el ministerio de defensa llegó a considerarnos una amenaza para la seguridad nacional, a tal punto que nos obligaron a salir, si no, nos sacaban con la fuerza pública. Desde el pasado domingo hasta el lunes en la madrugada estuvimos rodeadas por militares y policías, ¿nosotras mujeres negras mineras, amenaza de interés nacional cuando nos vinimos de nuestros territorios para que nos cuidaran y cuidaran de nuestras familias? Nos metimos en la Giralda para que nos cuidaran y pidiendo protección y cuidado del gobierno colombiano, porque en nuestros territorios nuestras vidas y la de nuestras familias corren peligro.
El día lunes continuamos en Asamblea Permanente y el gobierno se comprometió a seguir dialogando sobre los temas planteados. El lunes el gobierno firmó un acta donde se comprometió a empezar a erradicar la minería ilegal, por otro lado se comprometió a cumplir los acuerdos del 11 de noviembre en Popayán y del 7 de Mayo en Santander de Quilichao, así mismo el ministerio público y las naciones unidas, se comprometieron a realizar un informe sobre el estado de cumplimiento de los acuerdos mencionados anteriormente y luego de pasarlos a la Procuraduría para que inicie las investigaciones disciplinarias correspondientes frente a los funcionarios que tenían la dicha responsabilidad.
Cabe decir que hemos estado dialogando durante dos días, desde ese mismo lunes que nos obligaron a salir, a las dos de la tarde, hemos tenido la disposición de avanzar en el diálogo, sin embargo, el segundo día de dialogo la viceministra no llegó al escenario, y ayer solo saludo y se fue. Por otro lado el resto de funcionarios se fueron parando uno a uno de la mesa a tal punto que quedamos solas con los garantes.
En nuestras exigencias hemos sido claras; no queremos bombardeos para acabar con la maquinaria que hacen esos huecos en nuestra tierra, esa maquinaria sirve para hacer escuelas y centros de salud que tanto nos hacen falta, para todas aquellas personas que viven de barequear, no queremos que pierdan su sustento, y lamentamos que la negligencia de algunas instituciones no le permita a otras cumplir con su papel para ayudar a cumplir al Estado su obligación de cuidar de nosotras y nuestras comunidades.
Necesitamos que el país se entere de esto, estamos en Asamblea Permanente porque somos parte de la solución, nosotras no teníamos que venir con nuevos acuerdos o nuevas propuestas, venimos a que se cumplieran con las que ya se habían comprometido las instituciones, y estamos aquí porque su incumplimiento se tradujo en amenazas y profundiza los riesgos que hay para nuestras vidas, hacemos esta reflexión, y la comunicamos, hicimos esta reflexión y le pedimos a los garantes, y al gobierno nacional que se tome en serio su papel de cuidar nuestra vida así como nosotras cuidamos la vida de este país cuando cuidamos el agua, los territorios, la vida misma.
Nos preocupa mucho que las instituciones solo se estén preocupando por nuestro retorno, sin embargo las causas, las razones por las cuales nos vimos en la obligación de venir hasta acá no se están discutiendo, ni se muestra interés en discutirlo, cómo la derogación de los títulos mineros inconstitucionales otorgados sin consulta previa, la implementación de las ordenes de la Corte Constitucional en materia de la protección de las comunidades afrocolombianas.
Invitamos a que todas y todos se declaren en Asamblea Permanente por el cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales. Nosotras las mujeres negras mineras ancestrales caucanas, somos hijas de las tierra, sentimos profundo amor por ella, si ella vive, vivimos nosotras, vivimos nosotros, si todos nos encargamos de la Salud de los territorios, estamos haciéndonos cargo de cuidar nuestra propia salud. Seguimos denunciando que la minería a como se hace en este país, en nuestros territorio, es una enfermedad terminal que nos condena a todas, que nos condena a todos.
Vea aquí el vídeo “Las locomotoras del “desarrollo” no generan paz, generan miseria, pobreza, hambre y desplazamiento”, de Colombia Informa.