Una estrella de agua es la marca del Macizo colombiano, un lugar privilegiado de la geografía en el que nacen los ríos Magdalena, Patía, Putumayo, Caquetá y Cauca.

La estrella fluvial del macizo concentra también en sus montañas y páramos, una riqueza social que para defender la vida y el territorio se levantó en una sola voz: El Comité de Integración Social del Macizo Colombiano, CIMA, integrado por organizaciones campesinas de quince municipios de Cauca y Nariño.

En la histórica movilización sobre la carretera Panamericana, que en 1999 logró sentar al gobierno nacional a escuchar las demandas de las poblaciones indígenas y campesinas del Cauca, el CIMA mostró su importancia en los procesos regionales. Desde entonces, indios ruanudos, campesinos y afros de los diferentes pueblos hermanos del Macizo colombiano, al igual que sus ríos, recorren la palabra en búsqueda de la paz, la soberanía alimentaria, la defensa del territorio, los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los jóvenes.

Pero también promueven con orgullo cada año, dos grandes actividades: la Feria anual Agroambiental del Macizo, donde se mezclan muestras agroecológicas, culturales, con el intercambio de semillas y la gastronomía típica; y la Toma Artística a Popayán, donde le cantan al Cauca y Colombia desde el nudo maciceño.

Tan grande como el Cerro de Lerma, los sueños del CIMA y FUNDECIMA, se reflejan en el trabajo que con identidad y autonomía impulsan para el fortalecimiento organizativo, la protección del medio ambiente, el desarrollo de sus culturas y el buen vivir de sus comunidades.

Comprender, reconocer y apoyar a estos procesos organizativos, es lo menos que la Asociación MINGA puede hacer y ha hecho desde hace 14 años, cuando, en medio del abandono de sus pueblos, estos decidieron desafiar al gobierno nacional a través de la imponente movilización social.