boletín especial
ENERO- JUNIO 2021
DDHH EN PARO NACIONAL
Violaciones a los derechos humanos en Colombia
Editorial: El Paro Nacional y la Colombia profunda
Colombia vive, desde el 28 de abril del año en curso, una histórica sublevación popular realizada en el marco del Paro Nacional que, sin duda, pone en cuestión la llamada “democracia más estable de América Latina”. Se trata de la movilización de millones de colombianos y colombianas que indignadas por la crítica situación de pobreza, miseria, exclusión social y pésima gestión del gobierno de Iván Duque, pero también por el incumplimiento del Acuerdo de Paz, las agresiones contra líderes y lideresas sociales, y la violencia generalizada, se tomaron las calles, carreteras y vías estratégicas del país, para decir: “No más! Basta ya! Requerimos justicia social y democracia”.
En el propósito de visibilizar cómo se expresa la crisis multidimensional que soporta el país en los territorios donde la Asociación Minga acompaña los procesos organizativos de las comunidades, las diversas iniciativas desarrolladas como
expresiones de su protesta social en el Paro Nacional, la respuesta de la Fuerza Pública, las empresas y las autoridades locales y las consecuencias en términos de afectación de los derechos humanos, preparamos este Boletín informativo con análisis breves de lo que se vivió en el Paro hasta el 30 de junio.
Planteamos en el mismo sentido una lectura crítica del Decreto 003, con el fin de aportar ideas en la manera como las organizaciones sociales mantienen la exigencia del derecho a la protesta social, frente a las pretensiones del gobierno de limitar normativamente la manifestación pública.
Finalmente, va nuestro punto de vista sobre los ejes centrales de las observaciones y recomendaciones que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH,en relación a la brutal represión del gobierno contra la movilización ciudadana que, junto con las declaraciones de otras misiones internacionales, constituyen instrumentos importantes para continuar generando presiones económicas, políticas y judiciales desde este escenario.
MIRADA NACIONAL
El paro nacional: la indignación frente al elitismo y el autoritarismo
hecho más significativo de este período indudablemente ha sido el Paro Nacional, no sólo por las dimensiones alcanzadas, en su extensión social, territorial y temporal, que lo ubican como la protesta social más incidente de las últimas décadas; también porque evidenció la magnitud de la crisis multidimensional que vive el país, poniendo en cuestión el modelo económico, la democracia y hasta los símbolos culturales y los valores éticos. En este escenario, donde la inestabilidad que experimenta gran parte de la sociedad colombiana no tiene respuestas seguras y simplemente explota en múltiples manifestaciones de indignación, y donde el carácter elitista y autoritario del gobierno Duque tiene que exponerse sin ornamentos, tenemos el reto de dinamizar las apuestas por la paz, los derechos, las garantías y la participación.
LA MOVILIZACIÓN SOCIAL CAMINA EN EL CATATUMBO
El movimiento social y comunal del Catatumbo nuevamente se moviliza en el marco del paro nacional. Desde el 28 de abril la región aceptó el llamado del Comité Nacional y Departamental de Paro contra las propuestas presentadas por el Presidente Iván Duque ante el Congreso de la República. Entre ellas, la promulgación de una reforma tributaria impopular y el decreto 575 por medio del cual el gobierno decreta la “asistencia militar en el país”, que no es más que quitarle el control del orden público a las administraciones departamentales, municipales y distritales, suplantado las autoridades civiles por fuerzas militares.
DERECHOS HUMANOS Y MOVILIZACIÓN EN EL CAUCA
Históricamente en el departamento del Cauca, los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos han consolidado un movimiento social de base con relevancia nacional, que alcanza protagonismo en tiempos de protesta, movilización y lucha. El Paro Nacional, que inició el pasado 28 de abril, tiene como protagonistas a grupos de jóvenes, mujeres, indígenas, campesinos y afrodescendientes que se han movilizado por los campos y ciudades del departamento reclamando sus derechos, en el marco de una de las crisis económicas, sociales y humanitarias más intensas que en los últimos años ha vivido el país.
EN NARIÑO LA MOVILIZACIÓN SOCIAL SE MANTIENE
El departamento de Nariño, territorio conocido por su fuerza en los procesos de movilización, ha dado muestra de resistencia a través de las diferentes actividades programadas en el marco del paro nacional convocado a partir del 28 de abril (28A). Respondiendo a la coyuntura, diversos procesos organizativos se prepararon para participar activamente tanto en las movilizaciones como en los puntos de concentración permanente en diferentes zonas y carreteras. No obstante, en días previos a la gran jornada, se presentaron acciones intimidatorias por parte de la fuerza pública con patrullajes del ESMAD, utilización de tanquetas y un gran número de efectivos de la Policía y del Ejército, quienes, con sus tanques de guerra, hicieron presencia por los barrios de la ciudad de Pasto, hecho que fue reforzado con la implementación del decreto sobre asistencia militar.
PUTUMAYO EN EL PARO NACIONAL
La crisis social y económica que vivía el país en los primeros meses del año y que provocó el estallido social a finales de abril con el Paro Nacional, se expresaba en el Putumayo alrededor de tres ejes de conflicto: la erradicación forzada de cultivos de uso ilícito, el asesinato y hostigamiento a los liderazgos y la expansión de los negocios petroleros, mineros y de infraestructura. Tres problemas que han caracterizado la penosa vida de la población en gran parte de su historia, con el predominio de alguno de ellos en diferentes períodos.
«…El notorio cercenamiento de derechos, aunado a la peor crisis económica de la historia reciente del país, detonó una fuerte movilización social que venía expresándose años atrás. Pero el aumento de la organización social ha sido contrarrestado por una brutal represión de facto y normativa, dejando uno de los peores saldos de violencia en el marco de la protesta social…»
EL LENGUAJE DEL AUTORITARISMO Y SU MIEDO A LA PROTESTA SOCIAL
La incesante búsqueda del gobierno por limitar el derecho a la protesta social contiene una larga lista de desafortunados y caricaturescos intentos, los cuales se basan en diversos argumentos que han venido posicionándose en los discursos y lenguajes de la élite colombiana. Algunos de ellos claman por la restricción de la protesta en espacios públicos, o exigen el orden público frente a los derechos de los demás, que tiene origen en la frase «mi libertad se termina donde empieza la de los demás» del filósofo Jean – Paul Sartre, los cuales desmitificaremos en un ejercicio de revisión general.
La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH- a Colombia en el marco del Paro Nacional, y en razón del elevado número de violaciones a los derechos humanos, es de una trascendencia mayor para el país. De ahí, la desmedida y lamentable reacción del gobierno de Iván Duque, primero a que esta instancia realizara una visita y, segundo, a desconocer el Informe y las 41 recomendaciones destinadas a contener los abusos de las fuerzas policiales en el marco de la protesta social que actualmente se adelanta en el país.