La Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA, expresa públicamente su rechazo y condena por el asesinato de la lideresa social del Catatumbo, Nelly Amaya Pérez, quien actualmente se desempeñaba como la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Guamalito del municipio de San Calixto (Norte de Santander).
El sacrificio de esta activista social, se suma al de tantos hombres y mujeres que siguen pagando con su vida, el apoyo y defensa de los derechos de sus comunidades. Sacrificios que se mantienen en la absoluta impunidad, debido a la inoperancia del sistema judicial colombiano.
No hay razón que justifique el asesinato de esta lideresa, menos en una región que ha luchado históricamente porque no inmolen su dirigencia social, y aún más, tratándose de una mujer sobreviviente de la Unión Patriótica y madre de tres hijos.
Por la responsabilidad de protección y garantías para el ejercicio de la defensa de los DH del Estado y gobierno colombiano, y más aún, en el marco del contexto de superación del conflicto armado, y el papel determinante que cumplirá el movimiento social en la construcción de paz; es imperativo que la justicia investigue quiénes son los responsables de este homicidio y se haga justicia.
Difícilmente en un periodo de post acuerdos se puede ganar confianza en la capacidad y voluntad del Estado colombiano, si desde ya, no da muestras de cambios en su política de garantías.
Toda nuestra solidaridad con la familia de Nelly Amaya, con la Asociación Campesina del Catatumbo, ASCAMCAT y con Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE, Capítulo Norte de Santander.