Compartimos artículo de El Espectador sobre el proceso de cine comunitario en el que desde la Asociación MINGA participamos activamente en el marco de nuestro acompañamiento al Comité de Integración Social del Catatumbo, mediante la apuesta colectiva  CISCA PRODUCCIONES donde tambien confluye la Universidad Nacional. 

 

Tres productoras de estas regiones presentaron en la Cinemateca Distrital seis cortometrajes, realizados tras la capacitación del laboratorio audiovisual Historias en Kilómetros. Su experiencia y la de otros nueve proyectos será llevada hasta centros de refugiados en Asia.

“El día que el león cuente la historia el protagonista va a dejar de ser el cazador”, sentencia un líder afro en el tráiler de presentación de Historias en Kilómetros, un laboratorio audiovisual que capacita a líderes y organizaciones para que sean ellos mismos quienes cuenten las historias de sus territorios a través del cine. El martes, tras el tráiler, las historias de Montería (Córdoba) y Catatumbo (Norte de Santander), contadas por tres de sus organizaciones, llegaron a la Cinemateca Distrital de Bogotá.

Trans-vesía, una productora conformada por mujeres trans no binarias de Montería; Baluarte, creada por la organización feminista Caribeñxs; y Cisca Producciones, creada por el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), recibieron talleres de cineastas nacionales e internacionales durante 10 meses sobre uso de las cámaras, planos, sonido, guion y cada una realizó cuatro cortometrajes que hace tres meses fueron presentados en cada una de sus regiones.

De esos 12, seis cortos sobre discriminación contra mujeres trans no binarias, acoso callejero y otras violencias contra las mujeres, estigmatización contra las organizaciones campesinas y las luchas de líderes sociales fueron presentados en la Sala Capital de la Cinemateca. “Esta es la primera vez que hacemos una proyección de esta magnitud en Bogotá porque el objetivo siempre es que el cierre se dé llevando pantallas gigantes a los territorios. Pero la idea era darle un cierre especial”, explica Paola Andrea Díaz, codirectora de Historias en Kilómetros.

El laboratorio nació hace ocho años, según cuenta Paola, para brindarles herramientas y equipos a las comunidades en diferentes partes en Colombia que no tuvieran acceso a educación formal pero que estaban haciendo cine a su manera. “Luego logramos una alianza con la Comisión de la Verdad, para dinamizar el Informe Final, allí capacitamos a nueve productoras y después de la entrega continuamos trabajando. Ahora contamos con 12 productoras”, añade la directora. Esta última edición tuvo la particularidad de tener dos productoras de un mismo territorio (Montería), pero así fueron seleccionadas para garantizar el enfoque diferencial de la iniciativa: hay una organización feminista y otra trans no binaria.

Camila Segura, integrante de Caribeñxs y sonidista de Baluarte, estaba nerviosa y emocionada de ver el trabajo de estos diez meses en una pantalla grande de la capital del país. “Este proceso nos hizo ver todo lo que hay detrás de una producción audiovisual y nos sentó a pensar qué queremos decir, cómo vamos a presentarlo y qué queremos que genere en el espectador”, explica. En sus cuatro cortos, Baluarte mostró las luchas de su organización: las dificultades de una estilista que sufre de alopecia, la historia de una lideresa del Alto Sinú y su defensa del agua, las huellas del acoso callejero y el liderazgo de una mujer trans cantadora y maestra de bullerengue.

Sangelly López, una mujer negra trans no binaria de la Colectiva Borboleta, dice que Historias en Kilómetros les está abriendo puertas que ni siquiera habían pensado tocar. “Nosotras pensábamos que sabíamos hacer video pero todo este proceso nos mostró que no estábamos ni cerca de ese conocimiento ni del uso de herramientas profesionales”, afirma. Con lo aprendido y su productora Trans-vesía, ella y sus cuatro compañeras quieren visibilizar todas las formas de violencia que padecen las personas trans en una región como Córdoba.

“Nuestra idea principal siempre ha sido contar nuestras vivencias como personas trans y no binarias. Quisimos contar cómo son esos caminos de transición, como vivimos esas violencias, cómo nos plantamos en los territorios en los que no se está acostumbrado a ver a personas como nosotras y decimos ‘nos vamos a quedar y tenemos mucho para ofrecer’. Al final del día somos solo personas”, asegura conmovida. Entre los cortos que realizaron, está, por ejemplo Yigayu Yuwaraná, que narra la transición de una mujer indígena embera es excluida de su cabildo indígena por su orientación sexual.

Los cortos realizados por las doce productoras se pueden ver en la sección de Cartelera de la página de https://historiasenkilometros.com/

De comunidades colombianas a refugiados en Bangladesh

Antes del evento de proyección, el codirector de la iniciativa Nicolás Cuellar agradeció a los miembros de su equipo y a las productoras comunitarias y se despedió para tomar un vuelo hacia Bangladesh, en donde, anunció, será replicada la metodología de Historias en Kilómetros. “Después de ver lo que había pasado en Colombia teníamos el sueño de ver cine comunitario de sur a sur, que el sur del planeta se pudiera conectar, porque siempre se buscar llevar a Europa o Estados Unidos”, explica emocionada Paola. Entonces se aliaron con la Coalición de Asuntos de Conciencia, que también acompañó el trabajo de la Comisión de la Verdad y quienes trabajan actualmente en un centro de refugiados Rohinya, en Bangladesh. “Este será un piloto en el que llevaremos nuestra metodología de cine comunitario a nivel internacional”, resalta.

Además de la noticia de su llegada a Bangladesh, los directores de la iniciativa aprovecharon para anunciar el Festival de Cine Comunitario que se llevará a cabo en noviembre en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierragrata, Cesar. En ese ETCR, conformada por exguerrilleros de las FARC, se encuentra una de las productoras comunitarias que han capacitado. “Allí, se presentará Somos Historias, una serie que se hizo con la Comisión de la Verdad y que reúne las resistencias culturales frente al conflicto armado en las regiones más afectadas por la violencias”, explicó Paola.