En la búsqueda por dinamizar procesos pedagógicos para la construcción de paz, el pasado 1 y 2 de octubre, en una articulación de esfuerzos de la academia, el distrito y organizaciones de la sociedad civil, se realizó el Encuentro Nacional de Educación para la paz.
Fue este, el lugar propicio para compartir las experiencias que diversos sectores vienen desarrollando en el campo pedagógico, analizar los enfoques, contenidos, didácticas, necesidades, avances y retos de la educación en el contexto actual de paz, y proponer estrategias de incidencia en la construcción de políticas públicas frente a este tema.
El Costurero de Memoria que venimos impulsando desde hace varios años, hizo presencia en este encuentro con el performance “Memoria: Manos a la obra”, mostrando al público como el arte fortalece la construcción de culturas de paz y posibilita que las víctimas tomen protagonismo y compartan sus relatos para que la memoria no solo se cuente a través de terceros.
Igualmente tras nuestra participación en la mesa sobre construcción de paz, modelo económico y sus impactos en los territorios, pudimos constatar la diversidad de expresiones populares que se vienen desarrollando en distintas zonas del país y que reiteran la pedagogía está presente más allá de las aulas de clase. En esta mesa, procesos organizativos de la zona norte del país articulados en Agenda Caribe, el pueblo Kankuamo, académicos de la Universidad el Valle y dos reconocidos documentalistas especializados en las luchas populares ante la extracción de recursos en Colombia, compartieron los desarrollos de sus apuestas pedagógicas, enfocados sobre todo en la construcción de memoria como una estrategia de mantener los saberes ancestrales ya sea en territorios indígenas, campesinos, urbanos e incluso en espacios académicos, entre otros.
De las conclusiones de este espacio resaltamos el papel de la educación y la memoria construida desde los territorios, siendo estos el eje trasversal de las iniciativas expuestas, que además entienden la memoria, el arte, la comunicación y las teorías llevadas a la práctica, como herramienta para la defensa y resistencia de las comunidades amenazas por el actual modelo económico. También el importante papel del intercambio de saberes intersectorial y sobre todo intergeneracional, para que los niños y jóvenes no pierdan de vista sus raíces y así mismo se mantengan en las apuestas de construcción de paz desde los territorios; las cuales son similares a las que hemos venido desarrollando en las distintas escuelas de la mano de las comunidades de: Putumayo desde la Escuela de Estudios sociales y minero energéticos así como en la de mujeres líderes, en Cauca y Nariño a través de la Escuela de saberes y experiencias en la construcción de paz y en Catatumbo mediante la Escuela de altos estudios socioeconómicos y ambientales.