La Asociación MINGA expresa su más profundo dolor e indignación por la masacre cometida contra el pueblo indígena Nasa, en Tacueyó, Cauca, donde resultaron muertos la gobernadora Cristina Bautista (autoridad Neehwes), Asdruval Cayapu (Guardia Indígena – Kiwe Thegna), Eliodoro Fiscué, José Gerardo Soto, James Wilfredo Soto, y quedaron heridos: José Norman Montano, Matías Montano, Crecencio Peteche, Dora Ruth Mesa y Rogelio Taquinás. Con estas víctimas, suman ya 14 indígenas Nasa asesinados durante este año.
Este número de víctimas del pueblo Nasa, se suma a la ya larga lista tristemente acumulada por el valeroso y digno pueblo ancestral, desde muchos años atrás, con el silencio cómplice del Estado que se siente ajeno a la problemática. Además de condenar tan atroz crimen, MINGA manifiesta su preocupación por la pasividad con que los altos funcionarios del Gobierno Nacional miran la crisis humanitaria que vive el pueblo Nasa al Norte del Cauca, cuyos liderazgos han planteado reiteradamente denuncias públicas y formales a los organismos estatales.
Incoherente la conducta del Gobierno Nacional al estar sentado con las plataformas de DDHH y el movimiento social construyendo una política pública para las garantías de defensa de los DDHH, si en la práctica sus funcionarios no garantizan la vida de las comunidades y sus liderazgos sociales. Lo peor es que, ocultando su incapacidad y falta de voluntad, muchas veces legitiman esas prácticas criminales que amenazan y cegan sus vidas, como es el caso reiterado del Ministro de Defensa quien recientemente ante el asesinato de un joven en Corinto -según la comunidad cometido por el Ejército Nacional-, en su cuenta de twitter solo atinó decir que “… esta persona tiene SPOA (Sistema Penal Oral Acusatorio) por el delito de receptación”; es decir, no condena el hecho, pero sí resalta que esta persona está sindicada de cometer algún delito. Con similares “explicaciones” el Ministro alienta el estigma sobre las organizaciones sociales y el asesinato de sus líderes.
En el contexto de las graves condiciones de violencia que ha vivido el Cauca en el último año, especialmente, y la conformidad del gobierno con ella, es importante recordar que, en el caso del asesinato de la candidata a la alcaldía de Suárez, Karina García, las investigaciones descubrieron la complicidad de agentes de la policía en el crimen que le costó la vida a cuatro personas más. De igual manera, como lo informa la revista Semana, se devela que el asesinato de un exintegrante de las Farc en el Catatumbo fue producto de una orden oficial.
Esos hechos indican que las continuas agresiones a las organizaciones sociales no pueden ser leídas tampoco reduciendo su autoría solamente a las llamadas disidencias, porque están configurando fenómenos de paramilitarismo ya conocidos por el país y la comunidad internacional.
A los familiares de las víctimas, a la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, a la Guardia Indígena, al Consejo Regional Indígena del Cauca y a todas las comunidades de pueblo Nasa, nuestro abrazo fraternal y solidario para recalcar en este momento tan difícil que acompañamos sus luchas y justas reivindicaciones.
Por ello hacemos eco de sus reclamos al gobierno nacional “para que se atienda esta situación de manera inmediata, pues la omisión es un acto que contribuye al genocidio indígena; así como también que la alternativa no es una mayor militarización, sino el fortalecimiento de la Guardia Indígena, el establecimiento de un diálogo de Autoridad a Autoridad y la implementación del Acuerdo de Paz”.
Bogotá, octubre 30 de 2019
Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA