No han sido pocas las agresiones que históricamente han debido enfrentar los indígenas Awá de Nariño y Putumayo, territorios desde siempre abandonados de la responsabilidad estatal pero abonados para los actores armados del conflicto así como para los grandes proyectos multinacionales que han aprovechado sin descanso las riquezas del territorio para sus intereses, empobreciendo y expoliando a sus pobladores. Hoy, en contraste con las negociaciones hacia la solución política del conflicto y búsqueda de la paz, continúan siendo especialmente agredidos los indígenas Awá organizados en el Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (CAMAWARI).
La Asociación MINGA y la opinión pública hemos recibido de CAMAWARI desde 2009 al primer semestre de 2013, más de 15 comunicados urgentes por diferentes violaciones de derechos humanos e infracciones al DIH, a pesar de las medidas de protección otorgadas por organismos internacionales a este pueblo indígena. Tan solo en el año 2012, 945 indígenas Awá fueron víctimas de desplazamiento forzado siento la comunidad indígena más afectada a nivel nacional, y 845 fueron sometidos a confinamiento, de estos 336 son niños y 26 mujeres en estado de embarazo.
La espera apacible frente al cumplimiento de promesas pasadas y presentes que han hecho el Estado y los gobiernos a este pueblo, no puede continuar. Los indígenas Awá han dicho que es la hora de levantar y caminar la voz, exigiendo sin temores el cumplimiento inmediato y completo de los compromisos estipulados en la Constitución Política de 1991, los Autos de seguimiento 004 de 2009 y 174 de 2011, así como los convenios y tratados internacionales ratificados por Colombia, para la garantía de los derechos de los indígenas de Colombia, y entre estos los Awá.
Decimos que estamos en tiempos de paz, hagamos entonces que sean estos los días en que los Inkal Awá, u “hombres de la montaña” como se auto reconocen, puedan disfrutarla y vivir sin el miedo latente a ser agredidos por cualquiera de los actores armados que permanentemente y de distintas maneras los hostigan.
No más juegos, no más engaños disfrazados bajo mesas de concertación sin resultados más allá del papel. No más agresiones de parte del Estado, no más detenciones injustificadas, amenazas e intromisiones sin consulta en el territorio, en los sitios sagrados, de trabajo y en las reservas forestales, en aras de una estrategia de “protección” coartando el derecho legal y legítimo a la movilización y la protesta social.
Los indígenas Awá merecen conocer la verdad, ser tenidos en cuenta sobre lo que acontece en el “Katza Su”, poder movilizarse sin restricciones dentro de su territorio, continuar con sus tradiciones culturales, conservar sus sitios sagrados, no ser desaparecidos física y culturalmente, torturados, asesinados ni detenidos arbitrariamente. Así mismo necesitan garantías para llevar a cabo sus Planes de Vida y defender a los suyos.
La Asociación MINGA los acompaña, como lo ha hecho desde hace años, en la movilización que iniciaron los Awá hace 18 días, la cual es justa y necesaria como mecanismo de exigibilidad de sus derechos. Igualmente lo hacemos en sus denuncias, peticiones, iniciativas y demás acciones de reclamación. Esperamos que las mesas que actualmente se desarrollan en el municipio de Ricaurte, conlleven a una solución real y tangible de la problemática que los Awá viven diariamente a cuenta del conflicto sociopolítico colombiano.
Gotas de vida que no llegan, PDF
Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA
Julio 18 de 2013.