Escrito por: Organizaciones de DDHH

Todo lo que dice el mural es verdad: Víctimas 

El Comandante de la XIII Brigada, Brigadier General Marcos Evangelista Pinto Lizarazo y el General en retiro Mario Montoya Uribe quien ejerció el cargo de Comandante del Ejército Nacional entre 2006 y 2008, interpusieron cada uno, una tutela contra el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado -Movice, una de las organizaciones impulsoras del mural elaborado por víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos que hacemos parte de la Campaña por la verdad, en alusión a las 5.763 casos de asesinatos de jóvenes mal llamados “Falsos Positivos”.

Con las dos tutelas, los generales buscan hacer que se retiren todas las publicaciones que se produjeron en las redes sociales y donde su rostro aparece con el de otros tres integrantes del Ejército investigados por su presunta participación en estos crímenes.

Ante estos nuevos intentos de censura, esta vez por vía de tutelas, el Movice y las organizaciones que impulsamos la Campaña por la verdad señalamos que:

  1.       Es verdad que entre 2.000 y 2.010 se han documentado en Colombia 5.673 ejecuciones extrajudiciales mal llamados falsos positivos.
  2.       Es verdad que los militares que aparecen en el mural eran los altos mandos de la época.
  3.       Es verdad que bajo su comandancia ocurrieron estos hechos los cuales están respaldado en expedientes judiciales.

Ninguna de estas verdades atenta contra el buen nombre, la honra o ningún derecho fundamental del General Pinto, del General (R) Montoya, ni los demás allí mencionados. Por el contrario, se trata de expresiones protegidas en mayor nivel por el derecho a la libertad de expresión en la medida que se refieren a asuntos de interés público como el derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad, y es un ejercicio de control ciudadano sobre el rol de funcionarios o personajes públicos. 

Que la sociedad conozca lo que pasó y quiénes fueron los responsables, también hace parte de los derechos de las víctimas a expresarse contra la impunidad de graves crímenes que han causado profundo daño y a exigir la verdad completa para que nunca más se repitan.

La censura del mural y la responsabilidad del Ejército 

Tal y como el país lo conoció por televisión y redes sociales, el pasado 18 de octubre integrantes del Ejército Nacional de Colombia, en medio de un operativo desproporcionado con más de 20 hombres armados, los cuales intimidaron a cuatro jóvenes artistas mientras trabajaban con sus aerosoles y rodillos, taparon con pintura blanca un mural donde aparecen cinco altos mandos militares, tres de ellos activos, bajo cuyas comandancias se presentaron estos casos.

Aun por encima de la autoridad de la Policía Nacional, que impuso un comparendo que debía resolverse por las vías legales, integrantes del Ejército cubrieron el mural con pintura blanca, concretando así un ataque a la libertad de expresión de las víctimas. 

El acto de censura causó el efecto contrario, replicando el mensaje por las redes sociales y haciendo virales diversas expresiones en torno al mural y una pregunta elemental que se siguen haciendo las víctimas y la sociedad ¿Quién dio la orden? de asesinar a esos 5.763 jóvenes. La campaña por la verdad dejó de ser una iniciativa de algunas organizaciones, para pasar a ser una acción masiva, con la cual se busca expresar la indignación colectiva frente a una época dolorosa y reprochable del país. 

Fue así como el mural se convirtió en un tema de conversación nacional en medios y redes, y comenzó a ser replicado por miles de usuarios de medios digitales, pero también en carteles que se han ido instalando en otras ciudades del país. El pasado fin de semana, en Popayán, el mural fue replicado en medio de las Jornadas por la indignación que adelantan colectivos artísticos y de derechos humanos. Hasta allí también llegaron integrantes del Ejército en medio de un dispositivo militar con la participación de uniformados en armas que intervinieron el lugar para tapar el mural

Con tutelas buscan censurar mural ¿Quién dio la orden?

Todo lo que dice el mural es verdad: Víctimas 

El Comandante de la XIII Brigada, Brigadier General Marcos Evangelista Pinto Lizarazo y el General en retiro Mario Montoya Uribe quien ejerció el cargo de Comandante del Ejército Nacional entre 2006 y 2008, interpusieron cada uno, una tutela contra el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado -Movice, una de las organizaciones impulsoras del mural elaborado por víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos que hacemos parte de la Campaña por la verdad, en alusión a las 5.763 casos de asesinatos de jóvenes mal llamados “Falsos Positivos”.

Con las dos tutelas, los generales buscan hacer que se retiren todas las publicaciones que se produjeron en las redes sociales y donde su rostro aparece con el de otros tres integrantes del Ejército investigados por su presunta participación en estos crímenes.

Ante estos nuevos intentos de censura, esta vez por vía de tutelas, el Movice y las organizaciones que impulsamos la Campaña por la verdad señalamos que:

  1.       Es verdad que entre 2.000 y 2.010 se han documentado en Colombia 5.673 ejecuciones extrajudiciales mal llamados falsos positivos.
  2.       Es verdad que los militares que aparecen en el mural eran los altos mandos de la época.
  3.       Es verdad que bajo su comandancia ocurrieron estos hechos los cuales están respaldado en expedientes judiciales.

Ninguna de estas verdades atenta contra el buen nombre, la honra o ningún derecho fundamental del General Pinto, del General (R) Montoya, ni los demás allí mencionados. Por el contrario, se trata de expresiones protegidas en mayor nivel por el derecho a la libertad de expresión en la medida que se refieren a asuntos de interés público como el derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad, y es un ejercicio de control ciudadano sobre el rol de funcionarios o personajes públicos. 

Que la sociedad conozca lo que pasó y quiénes fueron los responsables, también hace parte de los derechos de las víctimas a expresarse contra la impunidad de graves crímenes que han causado profundo daño y a exigir la verdad completa para que nunca más se repitan.

La censura del mural y la responsabilidad del Ejército 

Tal y como el país lo conoció por televisión y redes sociales, el pasado 18 de octubre integrantes del Ejército Nacional de Colombia, en medio de un operativo desproporcionado con más de 20 hombres armados, los cuales intimidaron a cuatro jóvenes artistas mientras trabajaban con sus aerosoles y rodillos, taparon con pintura blanca un mural donde aparecen cinco altos mandos militares, tres de ellos activos, bajo cuyas comandancias se presentaron estos casos.

Aun por encima de la autoridad de la Policía Nacional, que impuso un comparendo que debía resolverse por las vías legales, integrantes del Ejército cubrieron el mural con pintura blanca, concretando así un ataque a la libertad de expresión de las víctimas. 

El acto de censura causó el efecto contrario, replicando el mensaje por las redes sociales y haciendo virales diversas expresiones en torno al mural y una pregunta elemental que se siguen haciendo las víctimas y la sociedad ¿Quién dio la orden? de asesinar a esos 5.763 jóvenes. La campaña por la verdad dejó de ser una iniciativa de algunas organizaciones, para pasar a ser una acción masiva, con la cual se busca expresar la indignación colectiva frente a una época dolorosa y reprochable del país. 

Fue así como el mural se convirtió en un tema de conversación nacional en medios y redes, y comenzó a ser replicado por miles de usuarios de medios digitales, pero también en carteles que se han ido instalando en otras ciudades del país. El pasado fin de semana, en Popayán, el mural fue replicado en medio de las Jornadas por la indignación que adelantan colectivos artísticos y de derechos humanos. Hasta allí también llegaron integrantes del Ejército en medio de un dispositivo militar con la participación de uniformados en armas que intervinieron el lugar para tapar el mural con pintura y prohibir a los jóvenes que presenciaron la acción que la grabaran en video. 

Las once organizaciones defensoras de derechos humanos que participamos de la campaña por la verdad, en un intento de hacer visibles los crímenes de Estado en el marco de la justicia transicional, rechazamos cualquier tipo de censura y pedimos que se respete el derecho que tienen las víctimas de exigir verdad y preguntar: ¿Quién dio la orden?

pintura y prohibir a los jóvenes que presenciaron la acción que la grabaran en video. 

Las once organizaciones defensoras de derechos humanos que participamos de la campaña por la verdad, en un intento de hacer visibles los crímenes de Estado en el marco de la justicia transicional, rechazamos cualquier tipo de censura y pedimos que se respete el derecho que tienen las víctimas de exigir verdad y preguntar: ¿Quién dio la orden?