La Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA, rechaza enérgicamente la más reciente agresión contra integrantes de la comunidad indigena Awá de Nariño, donde en confusos hechos, la Policia Nacional hirió gravemente un menor de edad que aún se debate entre la vida y la muerte. 

El caso de Juan David Pascal Cortes, quien recibió un impacto de bala en la cabeza el pasado 23 de enero mientras se encontraba en su casa acompañado por su padre,  no puede quedarse en la impunidad, como ha sucedido con las tantas agresiones que ha sufrido esta comunidad por parte de la fuerza pública y demás actores del conflicto.

Desde MINGA, acompañamos la familia de este menor y nos unimos a las exigencias de la Unidad Indigena del Pueblo Awá UNIPA, que compartimos continuación, junto a su comunicado oficial:

Los persistentes allanamientos efectuados por las fuerzas policiales del Estado, mediante procedimientos irregulares y métodos irresponsables tienen al borde de la muerte a niño Awá del resguardo Gran Rosario –UNIPA.

Las Autoridades Tradicionales del Pueblo Awá asociado a la Unidad Indígena del Pueblo Awá – UNIPA, ponemos en conocimiento de la opinión pública nacional e internacional, organizaciones indígenas hermanas y organismos que trabajan en defensa de los Derechos Humanos, las graves violaciones a los DDHH y al DIH que vienen presentándose sistemáticamente en contra de nuestro Pueblo ancestral y en especial nuestros niños Awá, por lo cual denunciamos:

Siendo aproximadamente las 3 de la tarde del día 23 de enero del 2016, dos compañeros Awá pertenecientes al resguardo Gran Rosario asociado la UNIPA quienes se desempeñan como guardias indígenas en su comunidad, se encontraban en su vivienda ubicada en el kilómetro 80 de la vía Pasto Tumaco aserrando madera con una motosierra para construir un garaje para un vehículo de su propiedad, en compañía de un menor de edad de siete años que se encontraba al interior de la vivienda viendo televisión.

Hasta este lugar llega un auto móvil AVEO CHEVROLET de color azul con placas # EJK – 337 de Barrancabermeja, donde se movilizaban hombres fuertemente armados con pistolas y vestidos de civil. Uno de los compañeros (padre del menor) al verlos busca refugio en su vivienda, mientras el otro es retenido por tres de los hombres quienes lo amenazan diciéndole “si se mueve lo matamos”.

Posteriormente, uno de los hombres que se encontraba vestido con una camisa amarilla ingresa disparando indiscriminadamente a la vivienda en búsqueda del otro compañero Awá que alcanza a comunicarse con el gobernador del resguardo Gran Rosario al pensar que lo iban a robar, para informarle de lo sucedido solicitándole ayuda.

Cuando el hombre logra ingresar disparando a la vivienda, el compañero se percata que su hijo Juan David Pascal Cortes el cual se encontraba sentado en la sala al momento de los hechos, estaba tendido en el suelo con un impacto de bala en la cabeza, por lo cual y ante la persistencia del ataque el padre del menor entra a su habitación donde toma una escopeta 16 y en defensa de su vida dispara contra el sujeto, el cual queda herido a la altura del hombro y el cuello, abandonando la vivienda para ser socorrido por su compañeros con quienes, después de disparar en varias ocasiones contra la vivienda, emprende la huida.

Minutos después miembros de la comunidad del resguardo Gran Rosario llegan hasta la vivienda a socorrer al compañero, encontrando al menor herido el cual es levantado para ser trasladado al centro de salud de Llorente donde es remitido al hospital San Andrés de Tumaco donde se le brinda una atención negligente al manifestar que no tenían servicio de ambulancia y que el menor no tenía posibilidades de vivir; ante lo cual la UNIPA contrata una ambulancia para trasladar el menor a la ciudad de Pasto.

Para sorpresa e indignación de la comunidad, durante el traslado del menor al hospital San Andrés se percatan que el carro AVEO CHEVROLET azul donde se movilizaban los hombre que perpetuaron el ataque e hirieron al menor, es escoltado por miembros de la policía de la Guayacana en una tanqueta hasta este mismo hospital para la atención del hombre herido. Posteriormente, uno de los policías que se encontraba en el hospital le pregunta a uno de los compañeros Awá que acompañaba al menor sobre qué había pasado, por lo cual este manifiesta que unos delincuentes habían asaltado la casa y herido al menor, posterior a lo cual el policía responde que no son delincuentes sino que eran miembros de la policía que se encontraban adelantando procesos de allanamiento ordenados por la fiscalía general de la nación.

A su vez en reunión realizada el día 24 de Enero de 2016, a las 12:07 p.m. en las instalaciones de la UNIPA ubicadas en el Predio El Verde, corregimiento el Diviso (Barbacoas-Nariño), con el coronel Peña, este reitera que efectivamente los sujetos que se movilizaban en el vehículo AVEO CHEVROLET azul son miembros activos del cuerpo de investigación de la policía judicial, que en el día de ayer se encontraban adelantando procedimientos a dos viviendas que tenían orden de allanamiento por la fiscalía, las cuales quedan ubicadas a aproximadamente un kilómetro del lugar de los hechos; que dichas viviendas se encontraban vacías (no había personas en su interior). A su vez, preciso que la vivienda del compañero Awá de Gran Rosario donde sucedieron los hechos, no tenía orden de allanamiento.

Actualmente, el menor Juan David se encuentra en estado de coma, debatiéndose entre la vida y la muerte en el hospital infantil de Pasto, después de haber sido sometido a una cirugía craneal.

Ante estos hechos, denunciamos:

En el resguardo Gran Rosario se han venido perpetuando sistemáticamente hechos de violencia en contra de menores de edad y jóvenes, los cuales a pesar de haber sido denunciados no han recibido la debido atención por parte de las instituciones del Estado, encontrándose los menores y jóvenes en un estado crítico de vulnerabilidad. A los hechos antes mencionados, se suma el asesinado de 7 menores edad en la comunidad Calví el 26 de agosto de 2009, el asesinato de un joven de 18 años en el 2010, entre otros.

Como la organización UNIPA lo ha venido denunciando reiteradamente desde años atrás, la policía judicial por orden de la fiscalía general de la nación viene adelantado procedimientos de allanamientos irregulares, usando irresponsablemente métodos que ponen en riesgo la vida e integridad de nuestros hermanos(as) Awá como lo reflejan los acontecimientos antes descritos, además de los presentados en el transcurso del 2015 en los resguardo Alto Ulbí Nunalbí, Gran Rosario, Inda Sabaleta, Güelmambí Caraño, Gran Sábalo, entre otros., los cuales han sido puestos en conocimiento de la comunidad nacional e internacional mediante los respectivos comunicados y ante la defensoría del pueblo mediante oficio del 19 de junio de 2015 y de la comunidad nacional e internacional mediante oficios.

Que estos procedimientos, que se constituyen en una clara violación al Derecho a la intimidad y al Derecho al debido proceso consagrado en el artículo 29 de la constitución política de Colombia, son una clara y sistemática persecución política en contra del proceso organizativo del pueblo Awá –UNIPA.

Responsabilizamos a la fiscalía general de la nación, la policía judicial y al Estado colombiano por estos recientes hechos de violencia, que atentan contra la vida e integridad no solo de este menor sino de todo el pueblo Awá.

Exigimos

Que el Estado colombiano, mediante sus instituciones competentes asuman lo tendiente a la prestación de los servicios de salud al menor Juan David Pascal Cortes.

Que no se emita orden de judicialización al padre del menor Juan David Pascal Cortes hasta que no hayan sido esclarecidos los hechos.

Que la fiscalía general de la Nación explique de manera detallada al pueblo Awá UNIPA por que ingresan a una vivienda sin orden de allanamiento y sin identificarse como miembros de la policía judicial.

Que un equipo altamente responsable e imparcial adelante los procesos de investigación a que allá lugar para el esclarecimiento de los hechos y la posterior judicialización de los responsables.