Compartimos el artículo publicado por Colombia Informa, sobre la más reciente escuela de mujeres del CNA la cual acompañamos en su apuesta de fortalecimiento de la mujer como defensora de la vida y los territorios…
En la región del Catatumbo las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes del nororiente colombiano participaron de la tercera fase de la Escuela de Formación Política e Ideológica de Mujeres, llevada a cabo del 27 al 30 de mayo por la Secretaría de Mujeres Coordinador Nacional Agrario -CNA-. Allí reiteraron su apuesta por los Territorios Campesinos Agroalimentarios como un mecanismo que ayuda en el empoderamiento de las mujeres en sus territorios, materializado en lideresas de procesos comunitarios que multiplican experiencias y aprendizajes.
Actualmente en Colombia se siente una desazón llena de inconformismo, injusticias, terrorismo mediático, desinformación, represión, engaño, corrupción, miedo e impunidad, sustentada por un Gobierno que le apuesta a la ‘locomotora del desarrollo’. Una política de gobierno que desangra a las comunidades y a sus territorios, invisibiliza y estigmatiza la batalla por garantizar sus derechos. Las mujeres del Catatumbo y de otras regiones del nororiente colombiano se suman a esta defensa por sus derechos y territorios, y hacen parte de los movimientos populares que día a día trabajan contra quienes los saquean.
Territorios Campesinos Agroalimentarios
En estos territorios mujeres y hombres campesinos conciben un plan de vida digna alrededor de la tierra, como una red organizada por familias y comunidades. En los Territorios Campesinos Agroalimentarios la soberanía popular es la meta. Un plan que permite fortalecer las relaciones entre los movimientos sociales para mejorar su autonomía, participación y convivencia, por medio de proyectos agropecuarios que fortalecen la soberanía alimentaria, las economías propias, como garante de permanencia en los territorios.
Plan de vida digna
Esta visión del pasado y del presente, hacia el futuro, proyecta ideas colectivas que buscan alternativas frente a los modelos de desarrollo excluyentes del Estado, que están en función de grandes intereses económicos. Un plan construido por las mismas comunidades que manifiesta desde los territorios una forma de gobierno propio y alternativo, donde los proyectos de desarrollo son impulsados por el pueblo acorde a sus necesidades, y son amigables con el medio ambiente. Es un reconocimiento de organización y participación política para las comunidades y sus luchas.
Hoy las y los campesinos de Colombia buscan que se les reconozca como sujetos de derechos. Ejemplo de ello es el proyecto de acto legislativo Nº 006 de 2016 que promueve Alberto Castilla, senador del Polo Democrático Alternativo, en el Congreso de la República, con el cual busca que el Estado reconozca y proteja el derecho de las comunidades campesinas para hacer uso de su territorio de manera soberana, el respeto al uso de semillas nativas y de sus saberes ancestrales, además del respeto a sus decisiones resultado de las Consultas Populares.
Fotografías: Mauricio Mejia Muñoz