En un país como Colombia, donde los derechos humanos han sido irrespetados y violados sistemáticamente en lo corrido de su historia, no es menos que satisfactorio, celebrar, conmemorar y abrazar la labor del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, en su aniversario número 35.
Se trata de tres décadas y media, luchando por el respeto, garantías y defensa de los derechos de los sectores más vulnerables, excluidos y despreciados por el establecimiento. Siete lustros enfrentando a sectores clasistas, autoritarios y represivos, haciendo uso de la palabra, con un manejo adecuado de la normatividad, las leyes, los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales, pero sobre todo, con el tesón y arrojo que nace del compromiso, la coherencia y la ética.
En esto años de vida, el Colectivo de Abogados se convirtió en un referente fundamental, nacional e internacional, en la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas del conflicto armado y de la violencia sociopolítica. Pero esta línea de actuación le ha significado también una desproporcionada persecución y estigmatización por parte de organismos de seguridad del Estado y militares, como el caso “inefable” del DAS. O cuestionamientos injuriosos y descalificativos, sin asidero suficiente desde el gobierno nacional, como el caso de Mapiripán. Sin embargo, la transparencia, honestidad y solidez intelectual y jurídica de este Colectivo, ha demostrado con creces, además de la falta de fundamento de tales cuestionamientos, la clara intensión de hacerles daño.
Por el contrario, toda esa “artillería” difamadora y perversa montada para destruir al Colectivo de Abogados, en nada a minado su razón y corazón. El mundo de los derechos humanos dentro y fuera del país, ha garantizado un manto de protección política y afectiva, que para bien de nuestra sociedad, les permite celebrar con orgullo y altivez su aniversario 35, rodeados también del movimiento social hoy.
A pesar de los dolores padecidos por los integrantes del Colectivo y alto costo emocional pagado como consecuencia de tanta persecución; hoy seguimos viendo su Equipo humano fortalecido, altivo y propositivo, que además de abogar por los derechos humanos en Colombia, lidera la causa contra la impunidad de graves violaciones y crímenes de lesa humanidad; por la verdad, justicia y reparación de las víctimas, y ahora se apresta a contribuir en la construcción de un país en Paz.
Felicitaciones,
Asociación MINGA
Bogotá, julio 5 de 2013