La Asociación Minga se pronuncia sobre las diversas movilizaciones que tendrán lugar en el mes de abril, como apoyo al proceso que se viene desarrollando en la Habana entre el gobierno y las FARC.
Hay señales evidentes de que el proceso de negociación entre las FARC y el gobierno avanza; los delegados de ambas partes han dado pistas de que así es. Posibles acuerdos en temas claves como lo agrario y la participación política, también lo indican. El viaje de la delegación del Congreso de la República a La Habana -Cuba- para discutir con los negociadores asuntos de paz, tierras, víctimas y participación política, es otra muestra en ese sentido. Se adiciona a ello, las versiones sobre los avances en las aproximaciones entre el gobierno y la guerrilla del ELN.
¿Serán estos elementos, suficientes para disipar más de 50 años de intolerancia y guerra? Es posible. Sin embargo, creemos que aún falta un elemento fundamental para contribuir a crear las condiciones que llenen de legitimidad el proceso; la expresión ciudadana y la movilización social. Sin este componente, los enemigos de la paz, acuartelados en el uribismo especialmente, seguirán taladrando para evitar que este proceso llegue a buen puerto.
Justamente, buscando llenar ese vacío que hoy existe entre la ciudadanía y los diálogos formales que se están dando en la solución política al conflicto interno, dos grandes eventos convocados por el movimiento social del país se tomarán a Bogotá en el mes de abril. Quizás sea esta la primera impronta que se dé en el propósito de asegurar las voluntades de todas las partes para continuar con paso firme por el camino de la paz y de hacer de los sectores sociales el tercer actor garante del proceso.
El primer encuentro, será el próximo 9 de abril. Se trata de una movilización social de alto impacto, justamente en esta fecha en la que el intransigente bloque en el poder inauguró con el asesinato de Gaitán el actual período de violencia política que padecemos; justamente el día que ha sido asumido como el día nacional de las víctimas. La búsqueda mayor se centra en arropar con un mensaje político de reconocimiento y apoyo a las conversaciones que se adelantan entre el gobierno nacional y las FARC en la Habana y presionar la apertura de diálogos con el ELN. Además de continuar la reivindicación de los derechos de las víctimas y de alentar a la ciudadanía bogotana a comprometerse en la defensa de lo público.
La jornada se caracterizará por las marchas, actividades culturales, exposiciones de galerías de la memoria y una gran concentración en la plaza de Bolívar. Innegablemente se trata de un hecho político que desde ya es saludado por los diferentes actores de la vida nacional.
El segundo evento se realizará entre el 19 y el 22 de abril, se trata del Congreso Nacional para la Paz, sin duda, otro hecho político de impacto y movilización social, que además de respaldar los diálogos, pretende constituirse en un escenario de participación de los sectores sociales, populares y democráticos, en la construcción de la paz. El Congreso le plantea al pueblo colombiano un proceso para la articulación de una Agenda Social de Paz y de un gran movimiento social por la paz que la empuje en todos los ámbitos en donde este país necesita dialogar; un Congreso que cimiente en estas dos bases fundamentales el futuro de una Colombia con vida digna.
Si bien se trata de dos eventos de diferente carácter y, por tanto, con metodologías distintas, tienen mucho de común y al verlos en conjunto y contexto, son complementarios y parte de un todo. Ambos se movilizan para presionar y apoyar la búsqueda de la paz. Los dos proceden de las entrañas del movimiento social colombiano. Ambos pondrán su sello en el momento histórico que se vive. Los dos eventos serán saludos por los demócratas nacionales e internacionales. Pero lo más importante: las dos propuestas hacen parte de un proceso más amplio que se ha planteado la construcción de la Ruta Social Común para la Paz.
En buena hora, abril será el mes de las lluvias sociales por la Paz.
Asociación para la Promoción Social Alternativa Minga
Bogotá, marzo 7 de 2013