Entrevista del espectador a nuestra directora y coordinadora de Somos Defensores, sobre el informa de este programa donde se  sostiene que las muertes violentas pasaron de 29 en los primeros seis meses de 2012 a 37 en el mismo lapso de este año.

Los asesinatos de activistas por los Derechos Humanos en Colombia crecieron en el primer semestre de 2013 en un 27 %, según el informe del Programa Somos Defensores, que atribuyó ese aumento a un «contexto de lucha social muy contundente en el país».

La portavoz de ese colectivo de organizaciones no gubernamentales colombianas, Diana Sánchez, hizo esa reflexión sobre el repunte de los asesinatos de activistas al señalar que las muertes violentas pasaron de 29 en los primeros seis meses de 2012 a 37 en el mismo lapso de este año.

«Hay regiones en las que los actores armados han estado muy fuertes porque hay poblaciones que son muy resistentes y no quieren salir del territorio», dijo Sánchez.

Según el documento, el periodo comprendido entre enero y junio de 2013 estuvo marcado por «una tensión constante en temas políticos y de derechos humanos», en alusión a las protestas del gremio de los productores de café en mayo y una larga protesta campesina de 53 días que concluyó el sábado en el Catatumbo.

También se refirió a las actividades en apoyo de las conversaciones de paz entre el Gobierno y las Farc en La Habana, como la plural marcha del 9 de abril o el foro de aportación al debate sobre la eventual participación política de la guerrilla el 29 de ese mes.

Sánchez observó que el «discurso político del Gobierno es muy fuerte y ayuda a que la gente sienta la necesidad de defenderse porque se supone que con políticas públicas y discurso político estarían protegidos».

«Pero hay actores armados, ‘bandas criminales’ (herederas de los paramilitares dedicadas al narcotráfico) desconocidos que cuando sienten que un líder u ONG ponen en entredicho sus mafias o sus territorios, no tienen ningún empacho en asesinarlos», denunció.

Y ese es el caso de 37 defensores de los derechos humanos que le dieron el título al informe de «Héroes anónimos» y a los que rinde homenaje con un perfil de cada uno, porque «nadie los reivindica», apuntó Sánchez.

La portavoz describió a esas víctimas como «gente pobre que no recibe sueldos ni prestaciones por su labor, que suele vivir en zonas alejadas de la atención del Estado y que quedan desamparados, porque a las autoridades no le parecen importantes».

Según los datos recabados por el sistema de información sobreagresiones contra defensores y defensoras de Derechos Humanos(SIADDHH), en el primer semestre de 2013 hubo una reducción del 5,6 % de las agresiones individuales, pero, como anotó Sánchez, «paradójicamente aumentaron los homicidios, que es lo más grave».

Así, mientras en los primeros seis meses de 2012 hubo 163 casos de agresiones contra activistas, en el mismo periodo de este año se registraron 154, divididos entre amenazas (86), asesinatos (37), atentados (21), detenciones arbitrarias (6), uso arbitrario del sistema penal (2) y robo de información (2).

«En promedio, entre enero y junio de 2013 cada día fue agredido un defensor y cada cuatro días fue asesinado uno de ellos», indica el documento.

Sobre los responsables de los 154 casos de agresión contra defensores de los derechos humanos en el periodo en estudio, el sistema identifica como autores a grupos neoparamilitares en 70 casos (45 %), seguidos por desconocidos en 67 situaciones (44 %).

La fuerza pública aparece como responsable en 12 casos (8 %) y las guerrillas en 5 (3 %).

Sánchez urgió a las autoridades a agilizar la identificación de esos «desconocidos» que hoy tienen «estructuras físicas ambiguas» y que derivan en su mayoría de la fallida desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que permanecieron en el territorio con control sobre rutas de la droga.

Resaltó también la relevancia de las acciones de estos grupos en zonas como el Magdalena Medio y el Bajo Cauca antioqueño, en el centro-oeste del país, en el Valle del Cauca y en los norteños departamentos del Cesar y La Guajira.

La recomendación del informe del Programa Somos defensores al Gobierno es que busque la concordancia entre «un discurso político» favorable a la defensa de los derechos humanos y unas acciones que evidencian problemas en la cobertura de la seguridad, en la protección de los activistas y en las dinámicas sociales.

*Imagen de archivo de la macha en el Día Internacional de los Derechos Humanos. Efe