El pasado 2 de diciembre se conmemoraron 18 años del Comité de Integración social del Catatumbo CISCA; el proceso organizativo que el campesinado consolidó, a fuerza de voluntad y terquedad por la vida, luego de la oleada paramilitar que busco resquebrajar a toda costa el tejido social de la región del Catatumbo.

En el gran encuentro conmemorativo que se adelantó en el Aserrío, fueron protagonistas mujeres y hombres de la región, quienes por el año 2004 superando el miedo implantado por los señores de la guerra, se dieron cita en San Pablo, Teorama, los días 9, 10 y 11 de septiembre, para fundar este proceso social que desde sus inicios ha apostado por la integración, la vida y el territorio.

La alegría fue la constante en esta actividad en la que participaron más de 600 personas llegadas de los distintos municipios de la región. Los abrazos, y palabras de aliento por los esfuerzos compartidos en tantos años de compromiso con este territorio, representados en la búsqueda de la mejora de las condiciones de vida de quienes lo habitan, marcó cada una de las actividades.

En este importante espacio para celebrar la fuerza organizativa de la región, destacó el mercado campesino lleno de los productos de las manos de los integrantes del CISCA: frutas recién cosechadas, café, cacao, cremas, ungüentos, maquillajes, bordados y elementos de bisutería hechos por las mujeres de los distintos comités que ellas han forjado al interior del proceso; tejidos del pueblo Barí, el tradicional bolegancho y elementos de identidad ciscana: gorras, camisetas, pañoletas, pocillos y muchos productos más.

Mediante un campeonato de fútbol el deporte también tuvo espacio en este encuentro donde hombres y mujeres de los distintos municipios alegraron la jornada que en las horas de la noche contó con la presentación en pantalla gigante, de tres realizaciones audiovisuales producidas por jóvenes del equipo de comunicación de Cisca, la Asociación Minga y la Facultad de trabajo social de la Universidad Nacional en el marco de un proceso de formación en cine comunitario que hemos venido avanzando junto a Historias en Kilómetros, con la intención de llevar las historias de la región a la gran pantalla y con ello a miles de personas alrededor del mundo.

Esta actividad conmemorativa también contó con un acto político de relevancia para el Cisca, donde además se reconoció el camino avanzado en estos 18 años, siempre con el horizonte de su plan de vida. Luego, presentaciones de niños y niñas, música tradicional, el baile la machetilla y el afecto de quienes por tantos años han superado los embates del abandono estatal y la violencia multidimensional se tomaron el coliseo del Aserrío, en una muestra más de la fuerza y compromiso ondeante que seguirá siendo bandera en el camino del Cisca hacia el buen vivir.

Desde la Asociación Minga, conocedores del recorrido histórico de este proceso y sus luchas, seguimos celebrando y acompañando al Cisca en sus apuestas, con el mismo compromiso que tuvimos en San Pablo hace 18 años y en Aserrío hace unos días. ¡Larga vida a la familia ciscana!

Aquí galería fotográfica de la conmemoración