La Asociación MINGA se une a la denuncia que ha venido haciendo la Unión Sindical Obrera-USO- sobre las amenazas contra Rafael Cabarcas Cabarcas.
El pasado mes de enero de 2013, se recibió información proveniente de diferentes fuentes, que por seguridad protegemos su identidad, dando cuenta de un frustrado atentado con armas de largo alcance, a realizarse en la carretera que conduce de la ciudad de Cartagena hacia el municipio de Magangué, donde se pretendía asesinar al compañero RAFAEL CABARCAS CABARCAS, asesor de la Unión Sindical Obrera, subdirectiva Cartagena y Vicepresidente del Polo Democrático Alternativo en Bolívar.
Las mismas fuentes informan de seguimientos que le han venido haciendo sucesivamente de los movimientos que realiza el compañero RAFAEL CABARCAS CABARCAS; destacando el fuerte seguimiento hecho en poblaciones como Turbaco y María la baja (Bolívar), donde se ha movido por su actividad social y política.- En Cartagena, le tienen permanente vigilancia a sus movimientos.
Igualmente informan que todo el plan está ordenado y planificado desde la ciudad de Sincelejo por el grupo paramilitar Los Rastrojos, que han venido operando en esta región. Dentro de su objetivo está asesinar a RAFAEL CABARCAS CABARCAS, asesor de la subdirectiva de la USO en Cartagena, asesor de la CUT Bolívar, Vicepresidente del Polo Democrático en Bolívar, Defensor de Derechos Humanos y Dirigente Social y político, lo mismo que, asesinar a dos dirigentes de la subdirectiva USO Cartagena, a la tesorera del Polo Democrático en Bolívar y miembro de Confluencia de Mujeres para Acción Pública y dirigente social MARIA DE JESUS L´HONESTE GARCIA, de igual forma al dirigente nacional de SINPROSEG ANDRES BOHORQUES DE LA ROSA, escolta que resultara herido en el atentado que en el año 2005 se perpetrara contra el compañero RAFAEL CABARCAS CABARCAS.
En el mismo mes de enero varias organizaciones sociales reciben panfletos amenazando a los dirigentes de la CUT Bolívar, procesos de mujeres y sociales, firmado por el frente urbano Los Rastrojos.
A través de llamadas telefónicas se ratifica el plan de asesinato de dirigentes sindicales y sociales en la ciudad de Cartagena a perpetrarse por el grupo paramilitar Los Rastrojos.