En el marco de nuestro acompañamiento a las organizaciones sociales en el Suroccidente del país, participamos de una nueva sesión de la Escuela Urbana y Campesina de la Organización para la Promoción Urbana y Campesina (ORDEURCA), la cual agrupa comunidades urbanas y rurales del Cauca y dedica sus esfuerzos a la defensa de Derechos Humanos, propiciando la participación en la actividad política y social del departamento y la promoción y garantía de sus derechos.
El encuentro se desarrolló entre los días 16 al 18 de septiembre, en el municipio de Sotará, configurando la cuarta sesión de esta escuela en la que se contó con la participación de 40 personas (23 mujeres y 17 hombres) provenientes de los municipios del centro y norte del Cauca, convocadas para discutir sobre la coyuntura del país y la región.
La discusión giró en torno a dos temas principales: i. Un análisis de coyuntura: donde se abordó el legado del gobierno anterior y el inicio del mandato de Gustavo Petro; y ii. La convocatoria a los Diálogos Participativos Regionales para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo (PND). En este espacio se construyeron insumos para cualificar la participación de jóvenes, mujeres, campesinos/as y guardia campesina e indígena en el Diálogo Regional de Popayán programado para el 26 de septiembre.
Tanto ORDEURCA, como la Asociación MINGA, reconocemos la importancia y los esfuerzos hechos por el Gobierno Nacional y las comunidades para desarrollar una construcción realmente participativa del PND. Esta es la primera experiencia que se desarrolla en el país en la que la ciudadanía es convocada para la discusión de los ejes y temas centrales a trabajar durante los siguientes cuatro años; contrastando así la lógica institucional que ha guiado hasta ahora la historia del Estado colombiano, en la que los invitados a decidir han sido principalmente empresarios, organismos multilaterales y técnicos que priorizan ambientes propicios para los negocios, pero no para la ampliación y garantía de derechos de la población colombiana.
En ese sentido, saludamos que el resultado de estas discusiones, ahora participativas, será una hoja de ruta estratégica que siente las bases de una transformación profunda en nuestro país sobre las bases de justicia social, ambiental y económica orientadas a construir una paz total.
Dada la composición de ORDEURCA, el espacio de escuela propició el encuentro de niños y niñas, jó26venes universitarios, habitantes de asentamientos urbanos, campesinos, campesinas e indígenas. Esta heterogeneidad contribuyó a un diálogo rico en perspectivas frente a las problemáticas territoriales y sus posibles soluciones en el actual escenario político.
De igual modo y, dada la convocatoria amplia de diálogo social que desde el gobierno se ha enviado para generar las bases que contribuyan a una serie de transformaciones históricas, el ambiente de participación estuvo marcado por un sentimiento de esperanza en las posibilidades de cambio y el ánimo de las y los participantes de ser protagonistas de este proceso.