Como parte de los esfuerzos para coordinar la resistencia a la presión de los megaproyectos mineros y la amenaza que suponen a los derechos territoriales, se realizó el encuentro nacional de territorio, productividad, ambiente y minería, en el resguardo indígena Guambiano, La María Piendamó, Cauca, Colombia, convocado por el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC.
Desde la Asociación MINGA realizamos un acompañamiento a este evento, en el marco de nuestra apuesta por la defensa del territorio de las comunidades que se ven afectadas por el despojo realizado por los megaproyectos. También desde la apuesta por continuar construyendo el Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías, como espacio de articulación en el proceso de defensa del territorio.
El encuentro tuvo dos objetivos: 1. Orientar y desarrollar lineamientos de políticas públicas que respeten los derechos de las comunidades indígenas y campesinas que se encuentran en lugares donde hay presencia de recursos naturales y 2. Definir acciones estratégicas de defensa territorial en favor de las comunidades indígenas afros, campesinos y otros actores sociales del país. Entre los diferentes sectores sociales y acciones puntuales de resistencia en defensa de nuestra madre tierra, se logró consensuar una movilización que se realizará en el mes de julio.
Esta convocatoria tuvo una gran acogida para la cual se contó con la presencia de las comunidades indígenas del Cauca y de actores de las principales comunidades donde ha habido conflictos con megaproyectos. A demás de la experiencia de defensa del páramo de Santurbán, del rio rancherías en la Guajira y muchas otras comunidades de todo el territorio nacional, donde resisten a la presión de los megaproyectos.
El trabajo para este encuentro se dividió en cuatro mesas: territorio, productividad, ambiente y minería. En la Mesa de Productividad se realizó una discusión entre las diferentes organizaciones presentes sobre los impactos del TLC en las comunidades y en las economías propias. Uno de los principales problemas que se destacaron fue lo advertido por el movimiento social hace varios años frente a la entrada en vigencia del Tratado de Libre de Comercio con EE.UU, con relación al peligro para los productos que cultivaban las comunidades, con los temas fitosanitarios, patentes (propiedad intelectual) y mercado de semillas. Esto conlleva a una preocupación en las distintas organizaciones con relación a la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria.
En la mesa de Minería se destaco que la amenaza minera se extiende en el 90% de los territorios, en especial sobre territorios ocupados ancestralmente por comunidades indígenas, campesinas y afro descendientes. Se identificaron los aspectos centrales de la problemática, como la privatización de empresas públicas mineras, orientada en beneficio exclusivo de las transnacionales, la minería declarada como actividad de utilidad pública e interés social, lo que habilita expropiaciones de tierra y el irrespeto del derecho fundamental a la consulta previa.
En el tema de Territorio se mencionó la problemática que implica los desalojos de comunidades, desplazamientos masivos, reconfiguración territorial, nuevas formas de apropiación y pérdida de territorios ancestrales. Se resalto la relación de conflictos mineros con la presencia de actores armados ilegales (guerrilla y paramilitares), producción de coca y militarización de territorios. A demás se discutieron problemáticas ambientales ligadas a la gran minería, como la contaminación del aire por las explosiones para extraer el carbón, derrame de sustancias tóxicas, muerte de peces, contaminación de fuentes hídricas, deforestación, erosión de suelos y destrucción de las redes de acueductos comunitarios.
En la mesa Ambiental se discutió sobre el tema de agua, represas, planes de manejo y las luchas que se han tenido por preservar esta fuente de vida. Se trabajó sobre las experiencias de los municipios que no aceptaron los procesos de los planes departamentales de agua y se hizo un llamado a defenderla como parte de la esencia vital, como también a defender el territorio de forma integral. Se señalo que en materia ambiental, se requiere un mandato desde la cosmovisión indígena y sobre sus leyes ambientales propias, que exalte la existencia de una autoridad ambiental comunitaria y autónoma.
El evento se cerró con una declaración que llamó a una gran movilización en el mes de julio en defensa del territorio y contra el despojo realizado por los megaproyectos.
Abril 24 – 27 de 2012