Es innegable la trascendencia que los acuerdos entre las FARC y el Gobierno Nacional le dan a la brega histórica de las fuerzas democráticas del país por construir una Colombia justa y soberana.
El fin del conflicto, como se llama este punto en la agenda de negociación, significa un rompimiento de los diques de la exclusión para que los pueblos empecemos a disputar abiertamente las propuestas de país como sujetos políticos de cambio.
Por esas razones fundamentales, la Asociación MINGA aplaude y recoge el mensaje esperanzador y a la vez comprometedor que tal hecho envía a la conciencia transformadora de los movimientos sociales del país. El acuerdo del fin del conflicto nos convoca a ampliar y fortalecer los procesos de articulación social, para continuar desbrozando los caminos que conduzcan definitivamente esta Colombia sufrida hacia una sociedad del Buen Vivir.
En ese horizonte, persistiremos en la apertura y desarrollo de la mesa ELN-Gobierno, como otro de los escenarios de esta paz que hoy da un paso rotundo, el cual esperamos tenga todas las garantías para que sea una transición exitosa. Pero convencida además de que la participación decisoria de la sociedad en su conjunto, es determinante para que la bandera de la dignidad se instale profundamente en el alma del pueblo colombiano y la paz con justicia social y ambiental ofrezca mayores certezas.
Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA
Bogotá, junio 23 de 2016