Compartimos la declaración del más reciente encuentro de las organizaciones campesinas e indígenas participantes de la Escuela Regional de Saberes y Experiencias en Construcción de Paz desde los territorios indígenas y Campesinos, que desde la Asociación MINGA venimos impulsando como apuesta de integración y construcción de paz desde los territorios.  

Las organizaciones campesinas del Comité de Integración del Macizo CIMA Cauca – Nariño y los pueblos indígenas venidos de las montañas, los ríos, la Costa Pacífica, las selvas y valles interandinos con las autoridades del Consejo Regional indígena  del Cauca CRIC, CAMAWARI, UNIPA del Departamento de Nariño Pueblo Awá, el Consejo Regional Indígena del Huila CRIHU del departamento del Huila  y otras organizaciones participantes de la Escuela Regional de Saberes y Experiencias en Construcción de Paz desde los territorios indígenas y Campesinos, acompañada por la Asociación Minga, venimos trabajando de modo propositivo en los procesos sociales de construcción de paz con justicia social.

Como parte de esta decisión caminamos en la articulación de agendas, plataformas de lucha y mandatos de paz desde nuestra identidad cultural, nuestra espiritualidad y nuestras formas organizativas, la protección de la madre Tierra, encaminando iniciativas y esfuerzos a la convivencia pacífica, la solución política del conflicto armado a través del análisis, la palabra, los diálogos y la movilización social.

Ahora en la Segunda Sesión de la Escuela Regional de Derechos Humanos y Paz realizada en la Sede de la Universidad Indígena Intercultural con organizaciones del Huila, Nariño y Cauca entre los días 1 al 3 de abril de 2016.

Considerando Que:

· Es saludable para los movimientos sociales, campesinos, los pueblos indígenas y el resto de la sociedad Civil que los diálogos entre Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc hayan tenido un significativo avance en la Mesa de La Habana y ahora el inicio de diálogos con el  ELN, diálogos orientados a la terminación del conflicto Armado y  la construcción de paz con justicia social.

· Pese a la declaratoria del cese bilateral de hostilidades por parte de las Farc desde el pasado 20 de julio de 2015, que se reflejó en el desescalonamiento del conflicto armado, no se puso fin a los hechos de violencia en los territorios.

· No obstante,  mientras se adelantan  los diálogos en La Habana la realidad de las comunidades  sigue siendo sistemática en la violación de los Derechos Humanos, presentándose hechos constitutivos de  confinamiento, amenazas,  desaparición, judicializaciones  y asesinato de líderes y lideresas sociales es el caso del homicidio de  8 comuneros  del pueblo indígena Awá en Nariño y de 5 homicidios de dirigentes y comuneros campesinos e indígenas en los municipios de Popayán, El Tambo y el Norte del Cauca en el transcurso de este año.

· Se hace evidente la presencia de grupos paramilitares en el departamento del Cauca, Nariño Y Huila que se autodenominan, Águilas Negras, AUC, Urabeños, Rastrojos entre otros, quienes  mediante la instalación de retenes en las vías, la realización de letreros en paredes de viviendas, distribución de panfletos amenazan a comunidades, líderes, lideresas y organizaciones del movimiento indígena, campesino y social que pone en riesgo el libre desarrollo de los procesos.

Reafirmamos: 

· Que  siendo víctimas de los impactos sociales, culturales, económicos y ambientales durante más de 50 años, la apuesta por la construcción de la paz es un camino inaplazable e irreversible del cual somos protagonistas.

· Que la pervivencia física y cultural de nuestras comunidades constituyen la fuerza espiritual y organizativa que expresamos desde nuestros territorios y que ellos representan nuestro sentido de existencia.

· Que la diversidad cultural, multisectorial y multiétnica en los territorios representa un camino de unidad de las comunidades desde las organizaciones de base y constituyen un espacio organizativo en la construcción de paz desde nuestra propia iniciativa.

· Que el dialogo, la convivencia y la armonía representan los principios fundamentales para la construcción de la paz.

 Exigimos:

Respeto de nuestra integralidad territorial en sus tres espacios: espacio, suelo y subsuelo, y sigan siendo protegidos por las comunidades y los pueblos ancestrales.

Apoyo para el fortalecimiento de los planes de vida en materia ambiental para nuestros territorios, le legalización, constitución, saneamiento, reconocimiento de los títulos, tierras y territorios para todos y todas los trabajadores y trabajadoras rurales.

Que  se respete el derecho fundamental a la consulta previa, consulta popular el respeto al territorio y las espacios de vida de las comunidades.

Rechazamos:

1.     La presencia de cualquier actor armado en nuestros territorios, incluyendo la fuerza pública,   porque militarizan nuestros espacios civiles y nuestras vidas, representando fuerzas de ocupación que desconocen a los legítimos cuidanderos del Territorio.

2.     Las explotaciones mineras, la construcción de hidroeléctricas y megaproyectos que nos pretenden instalarse en nuestros territorios a sangre fuego y levantamos el derecho a ser consultados y decidir sobre los usos y manejos de nuestros territorios  como sus legítimos dueños.

3.     El proyecto de muerte, minería, megaproyectos, que nos pretenden imponer.

Proponemos:

Levantar el proyecto de vida y convivencia y las iniciativas de las organizaciones y movimientos sociales a través de la Mesa Social para la Paz.

Por la vida  y la restauración del equilibrio   no más  muertes no más violencia en nuestros espacios de vida.

Solicitamos a la comunidad Nacional e Internacional el acompañamiento de los procesos políticos organizativos legítimos de los pueblos y al observación y seguimiento de la protección de los derechos fundamentales, los DDHH y el DIH.