Las personas, organizaciones y redes firmantes manifestamos nuestro firme rechazo al eventual nombramiento de Mario Javier Pacheco García, como director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), así como el de toda persona que no disponga de la integridad e imparcialidad necesaria para asumir la conducción de esta institución estatal, medida reparatoria fundamental para las víctimas del conflicto armado interno y la sociedad colombiana.

Pacheco García ha expresado en el pasado, opiniones contrarias al espíritu de construcción de paz, pero sobre todo, da cuenta de una concepción en la que -según él- la memoria debe ser apoyada por el Estado siempre que ésta responda a los intereses del Gobierno.

Así, en distintos medios de comunicación y redes sociales cuestionó la labor del CNMH al declarar que el Estado invierte millones de pesos “en investigaciones y publicaciones, pero éstas se revierten contra sí mismo, por exigencia del grupo delincuencial que sin saber cómo ni cuándo, nos ganó la guerra” o expresando que “es otra de esas estructuras infiltradas, pagadas por el Estado para deslegitimar al mismo Estado”.

Asimismo, son numerosas sus declaraciones tendientes a deslegitimar el proceso de paz, por un lado al señalar al Expresidente Santos, firmante de los acuerdos, como “ídolo de anarquistas, izquierdistas, socialistas, godos burocráticos, guerrilleros, mamertos y petristas”*, transmitiendo ideas descalificadoras respecto de las medidas del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR), y con aseveraciones como en la que señala que las FARC gobernarían armadas “y nos juzgará su tribunal de venganza”-**

El CNMH es una institución creada por la Ley de Víctimas (1448 de 2011), por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno, con el objetivo de reconstruir la memoria. Ha tenido en el pasado una visión incluyente de las víctimas y comunidades, y debe mantenerse como garante de un derecho colectivo de la sociedad. Por tanto, las personas, organizaciones y redes aquí firmantes queremos reiterar al Presidente Iván Duque Márquez y a su Gobierno que:

• La memoria histórica es de todas las colombianas y colombianos y debe ser reconstruida de manera autónoma y recogiendo visiones amplias y diversas de lo ocurrido.

• Las instituciones pensadas para la construcción de paz deben ser dirigidas por personas idóneas que gocen de amplia legitimidad y posean independencia de los actores del conflicto y sensibilidad frente a las víctimas.

• La reconstrucción de la memoria debe recoger la complejidad de lo ocurrido en el marco del conflicto y develar responsabilidades de todos los actores del conflicto en los hechos victimizantes, incluyendo el Estado por su acción u omisión, por el respeto a quienes sufrieron graves violaciones a sus derechos humanos y otros hechos victimizantes.

• El Estado debe ser una garante y facilitador de procesos que tengan en el centro a las víctimas y a los ciudadanos y ciudadanas y propicien la participación amplia de la sociedad civil. Solicitamos al Presidente Duque abstenerse de designar a Mario Javier Pacheco García para el cargo de director e impulsar un proceso de conformación de autoridades para el CNMH que responda al espíritu de su creación, como medida reparatoria para las víctimas, garantizando la participación en la toma de decisiones de representantes legítimos de las organizaciones de víctimas. Asimismo, apoyar la candidatura de personas idóneas para la dirección del CNMH, para que esta institución sea garante de una memoria que honre y dignifique a todas las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Es perentorio modificar el decreto 4803, que establece la estructura del CNMH y la Ley 1448, para que se facilite la apertura y la participación de las víctimas y la sociedad civil en su constitución y funcionamiento, incluso, ampliando la representación de las víctimas en la junta directiva del CNMH. Este momento de nuestra historia requiere generosidad y voluntad de construir juntos nuestro futuro, es la oportunidad para que el Estado de Colombia se abra a la sociedad y adopte siempre criterios de participación e inclusión, necesarios para fortalecer la reconciliación nacional, saldar la deuda histórica con las víctimas y garantizar la no repetición, evitando revictimizar a quienes históricamente han visto negada su voz.

Ver aquí adjunto de firmas (48 páginas de firmas)

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*Twitter, Mario Javier Pacheco, @mariojpachecog, 10:19 – 1 jun. 2014.

**Twitter, Mario Javier Pacheco, @mariojpachecog, 7:49 – 15 mar. 2017.

*** Fotografía: Tejido Costurero Kilómetros de vida y de memoria