Carlos Jiménez diputado por el Valle de Sibundoy a la Asamblea Departamental del Putumayo, durante la Audiencia por la Verdad llevada a cabo los días 11 y 12 de Febrero en Puerto Asís, planteó tres elementos importantes que sirven para explicar la actual situación del departamento:

1. La corrupción administrativa ha generado desplazamiento y miseria.

2. El Plan Colombia, el Plan Patriota y programas como “Raíz por raíz” no han servido para nada.

3. Es verdad que los grupos armados del Estado, policía o ejército, están aliados con el paramilitarismo. (sic).

Sobre estos tres pilares giró la Audiencia por la verdad, gracias a la buena voluntad de las directivas del Instituto Tecnológico San Francisco de Asís, quienes sin mayores reparos facilitaron sus instalaciones para la realización del Evento, que hasta el final tuvo que enfrentarse a múltiples complicaciones. La tenacidad de la Mesa Departamental de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Afros del Putumayo, junto al Comité permanente por los Derechos Humanos CPDH, garantizó su realización y simultáneamente su éxito.

Llevar a cabo una audiencia para que las Víctimas narren la verdadera dimensión de muerte que ha sobrellevado este departamento durante los últimos 15 años, ha significado un esfuerzo exagerado en un país que se precia de estar dándole espacio a la voz de las víctimas. Por el contrario lo que se demuestra es la verdadera intención que subyace a tantas dificultades: tapar bajo el manto del silencio, el amedrantamiento, los señalamientos y la impotencia de la fiscalía, una verdad dura y profunda, oculta bajo la tierra y la permanente corrupción.

Puerto Asís hace parte de ese mundo sobre el que llovió la destrucción. Han sido 15 años de cultura del narcotráfico ligada con la directa relación entre delincuencia y fuerza pública, esta ultima financiada con dineros de cooperación. Qué de todo esto? Qué de la muerte de los lideres? Qué del terror indiscriminado contra los campesinos asentados en medio de la guerra y señalados de ser aliados de los grupos ilegales? Qué de la muerte de la tierra envenenada? Qué le corresponde a cada quien de todo esto?

Son acaso los políticos del Putumayo los culpables de la ingobernabilidad del departamento (5 gobernadores en 6 años) y como consecuencia de su saqueo indemne? Son culpables los Estados Unidos inventando programas de interdicción y control de cultivos, cobrando su apoyo a la lucha contrainsurgente e imponiendo la Doctrina de Acción Integral como modelo de guerra y control social del territorio? Son los paramilitares de antes y de ahora, aliados sin desmedro con la policía y el ejército? Son las empresas petroleras que entran a seguir cobrando el apoyo político al gobierno de Uribe, a sabiendas de sus métodos mafiosos donde todo vale y que promovieron las alianzas políticas con paramilitares y narcotraficantes? Qué importan los muertos, si hay petróleo! Qué importa el pasado si el proyecto intermodal sigue adelante de manera silenciosa! Para qué estas audiencias?

Lamentablemente no fue acompañada la audiencia por el Representante Rivera, adalid de la ley de víctimas desde el partido liberal en el Congreso como representante del departamento del Putumayo y gran conocedor de los problemas nodales de este territorio. Solo el Polo Democrático Alternativo en cabeza de la senadora Gloria Ramírez y los representantes Iván Cepeda y Hernando Hernández se hicieron presentes para escuchar a ese verdadero país, ese que no registra en las noches de Claudia Gurisatti y que se oculta con ventaja en las campañas de manillas por las víctimas que nos “regala” la W. Pareciera que solo al Polo le interesa la verdadera reconciliación de este país. Un país de víctimas, de miles de víctimas y de miles de métodos de muerte. Un país que antes de impulsar locomotoras de prosperidad, necesita otorgar a montones respeto y dignidad para sus víctimas.

Mujeres valientes, niñas mutiladas, hombres desgarrados, territorios fumigados, ríos de tumbas son parte del macabro inventario expuesto con valor y riesgo por estos campesinos, indígenas y afros, señalando de manera clara y prístina la responsabilidad de los organismos de seguridad del Estado en estos hechos. En medio de eso se fumigaba el cielo con glifosato y se intentaba paliar con políticas de desarrollo alternativo los daños y más daños de la intervención norteamericana.

Durante todo este tiempo pocos aparecieron para defender y denunciar. Muy por el contrario, las implementadoras de pactos con los campesinos y las agencias privadas, que sin contar con las comunidades, diseñaban programas de “desarrollo”, mientras se aprovecharon para ganar a costa de la muerte de muchos. Hoy nada de esto queda, solo la resistencia infinita de estos hombres y mujeres, los verdaderos héroes colombianos, a los que otros “héroes” programados pretender suprimir.

Cómo medir los resultados del Plan Colombia en el Putumayo y desde dónde? No hay programas de cafés especiales, no hay pimienta, no hay palmito, no hay éxito en los programas multipropósito. Hay fosas en san Miguel, hay múltiples NN en el cementerio de Puerto Asís, hay olvido sobre los crímenes cometidos en el hospital de esta ciudad, hay centenares de hectáreas fumigadas de proyectos de pan coger financiados por el Desarrollo Alternativo, hay…. miles de mujeres abandonadas a su suerte y a su viudez temprana…

Cómo ser superiores a estas demandas de humanidad y dolencia? A quién recurre una viuda en Puerto Guzmán, cuando espera que se compense en algo la muerte de esposo, con un apoyo para la educación superior de su hijo y solo recibe de un funcionario de la CNRR la escueta respuesta: “no somos una entidad de caridad”. Que esperar de los otros, los que no saben de esta tragedia inmensa, que se intenta ocultar con osadía.

Solo nos queda decir que aquí estamos y que aquí seguiremos dándole nombre a esta tragedia, que necesita exponerse con vergüenza y entender que, algo así, nos tiene que servir a todos.