El pasado 5 de abril, el Congreso de la República recibió delegaciones de campesinos que acompañados por su primer senador, Alberto Castilla, presentaron el histórico proyecto de acto legislativo que busca reconocerlos como sujetos de derechos.  

Con un mercado campesino que se instaló en el pasillo del senado, se radicó en la comisión primera el proyecto de acto legislativo para el reconocimiento político del campesinado. Para que su tránsito sea exitoso y se convierta en una transformación efectiva de la constitución, se requieren 8 debates: 4 en la comisión primera y 4 más en la plenaria de senado y cámara.

Las implicaciones legales

Según Viviana Tacha, abogada de la Unidad de Trabajo Legislativo del senador Castilla y, una de las implicadas en la redacción del proyecto, “en términos legales implica un salto cualitativo en la legislación que tenemos hoy en día porque, constitucionalmente, el campesinado no es reconocido como sujeto político como sí lo son los pueblos afrodescendientes e indígenas. La gran diferencia que quiere marcar nuestro proyecto es otorgar al campesino y campesina un reconocimiento político y constitucional”.

Tacha agregó: “la iniciativa legislativa abre el camino para que se elabore jurisprudencia en distintas materias, desde la educación hasta el territorio”. Para Tacha, el reconocimiento del campesinado tiene una doble implicación: el estatus que le daría el Estado y la construcción de jurisprudencia.

La opinión de los campesinos

María Ciro del Comité de Integración Social del Catatumbo –Cisca-, aseguró que para las mujeres campesinas este proyecto legislativo significa “abrir posibilidades para que nosotras, en el marco de la construcción de un nuevo sujeto político, tengamos también un reconocimiento como mujeres en su interior”.

Por su parte, el senador y campesino Alberto Castilla mencionó: “El campesino es un sujeto que ha construido la nación, que ha aportado a su construcción desde el cuidado de la naturaleza, la producción de alimentos, el mantenimiento de las semillas, la práctica del saber ancestral y tradicional; es un sujeto que históricamente le ha aportado al país”.

De igual forma, insistió en que el hecho de ser reconocido en la Constitución sería un logro muy importante para el campesinado, no solamente en materia de derechos diferenciados, sino también en la posibilidad de preservar el planeta, de mantener la producción de alimentos, de tener economía campesina para beneficiar al conjunto de la sociedad.

“Es muy importante que en la legislación colombiana se reconozca el campesino como sujeto político de derechos, porque al existir jurídica y legalmente, debe existir una política pública de la problemática campesina”, señaló.

Agregó que, como campesino, esta propuesta significa hacer parte del momento que vive Colombia, donde el cambio de las condiciones de vida del país debe pasar porque se tengan en cuenta las agendas del movimiento social: “Nosotros, los que hemos luchado por las reivindicaciones concretas, reconocemos en esta propuesta un aporte muy importante a la construcción de la paz. Para mí es una inmensa alegría poder, desde este escenario donde el campesino me ha dispuesto, aportar para que sus derechos sean tenidos en cuenta”.

Antecedentes

Alejandro Mantilla, quien también participó de la construcción del proyecto, comentó que las primeras referencias que tomó el equipo de trabajo fueron los pliegos de exigencia del movimiento campesino, enarbolados en los paros agrarios de 2013 y 2014. Además, el mandato agrario que surgió de la instalación del Congreso de los Pueblos en 2010.

“De los primeros documentos sacamos un borrador que se realizó en varias partes con el movimiento campesino colombiano, en 3 audiencias públicas convocadas por el Congreso de la República. Una en octubre de 2014 en Bogotá y dos en 2015 en Antioquia y Cundinamarca. También tuvimos un encuentro con profesores de 15 universidades del país, en noviembre de 2015, para hacer sugerencias al proyecto de reforma constitucional”, manifestó Mantilla.

A su vez, indicó que hubo escritos de ciudadanos y activistas interesados en el tema que, a partir de ese proceso de socialización, se logró redactar un proyecto definitivo que tuvo su ultima versión en febrero de este año. “Esperamos que el proyecto tenga un debate en la Comisión Primera este semestre para que avance hacia su incorporación en la Carta Constitucional”, sentenció Mantilla.

Finalmente, el senador Castilla llamó al campesinado y al conjunto de la sociedad a impulsar iniciativas como este proyecto: “son estas propuestas las que realmente nos deben llevar a la construcción de la paz”.